Nace Justo José de Urquiza, político y militar argentino
En 1820 tuvo su primera hija extramatrimonial; más tarde tendría muchos más hijos ilegítimos. Una ley sancionada durante su presidencia legalizaría varios de ellos. Le fueron legalmente reconocidos 23 hijos por la Ley Federal Nº 41 en donde ponía en un pie de igualdad a los 11 hijos legítimos con los extramatrimoniales que tuvo de soltero (hay versiones que señalan que tuvo entre 105 y 114 hijos en toda su vida).
En la década de 1820, contando ya con una fortuna que lo respaldaba, se interesó en la política en un período especialmente turbulento en la historia de Entre Ríos. Como muchos jóvenes del interior, su partido era el Federal.
En 1826 fue electo por los vecinos de Concepción del Uruguay para representarlos como diputado en el congreso provincial. Dirigió la oposición a la Constitución Argentina de 1826, que fue rechazada por su provincia.
1862 Bartolomé Mitre nombra la primera Corte
Suprema de Justicia argentina
El Poder Judicial de la Nación es uno de los tres poderes que conforman la República Argentina y es ejercido por la Corte Suprema de Justicia(CSJN) y por los demás tribunales inferiores que estableciere el Congreso en el territorio de la Nación. Esta regulado en la sección tercera de la segunda parte de la Constitución de la Nación Argentina.
La designación de los jueces la realiza el Presidente de la Nación con acuerdo del Senado, sobre la base de una terna integrada por candidatos seleccionados en concurso público por el Consejo de la Magistratura, órgano de composición multisectorial, a quien corresponde el control directo de los jueces y la administración del Poder judicial.1 Los jueces permanecen en sus cargos "mientras dure su buena conducta" y solo pueden ser removidos en caso de infracciones graves, por un Jurado de Enjuiciamiento, integrado por legisladores, magistrados y abogados.La Corte Suprema de Justicia de la Nación es el máximo tribunal de justicia del país. La Corte tiene competencia originaria sobre determinadas materias que se encuentran reguladas en el artículo 117 de la Constitución, entre ellas las referentes a embajadores, ministros y cónsules extranjeros y también los juicios entre provincias argentinas. Con competencia originaria se alude a que cualquier caso judicial que contenga esos elementos deberá ocurrir directamente a la Corte Suprema como órgano judicial decisor.
También es última instancia decisoria por vía de apelación (a través de un recurso extraordinario federal), si el caso suscitare una cuestión federal, que traiga aparejada la necesidad de decidir en un conflicto suscitado entre dos leyes de igual o diferente rango o respecto de tratados internacionales.
El primer ejemplar del diario La Prensa fue publicado el 18 de octubre de 1869. Su fundador, José C. Paz, se ocupó personalmente de vigilar la redacción y la impresión. Su primer director fue Cosme Mariño1 y su primer editor responsable fue Jorge E. Cook.2 A partir de su primera edición el diario comenzó a salir todos los días a las tres de la tarde.3
En su número inaugural La Prensa precisó su ideología liberal, afirmando que "su credo lo formarían la independencia, el respeto al hombre privado, el ataque razonado al hombre público y no a la personalidad individual".4 Entre los propósitos del diario figuraban como punto de partida laverdad y la honradez y la persecución como único fin de la libertad, el progreso y la civilización.5
La Prensa debió competir con el diario La Nación, fundado nada menos que por el expresidente Bartolomé Mitre. Pero mientras Mitre se enfrentó a Julio Argentino Roca y su Partido Autonomista Nacional (PAN), con la esperanza de desplazarlo del poder, José C. Paz, se vinculó con el poder, siendo primero diputado nacional del PAN y luego embajador de Roca en España y Francia. El PAN por su parte se convirtió en un virtual partido único, durante las décadas siguientes. En pocos años La Prensa ya era uno de los grandes diarios argentinos.6
La Prensa se sentía identificada con los principio de la república oligárquica que expresba el roquismo y que rigió en Argentina hasta 1912, apoyado en un régimen electoral "cantado" que favorecía el fraude y la manipulación, y el dominio económico y político de un pequeño número de familias.7 La familia Gainza Paz se estableció entre ese puñado de familias poderosas, haciendo del diario el eje de su poder.
Como vocero del republicanismo oligárquico de la Generación del Ochenta, La Prensa cuestionó la expansión de derechos que impulsaban las nuevas corrientes democráticas. Así cuestionó la aparición de los sindicatos y las exigencias de derechos laborales, en las últimas décadas del siglo XIX. En 1888, en ocasión de una huelga de cocineros y mozos de hoteles, sostuvo que condenaba “esos movimientos de rebelión y desacato de la autoridad, que no sirven sino para desvalorizar a la sociedad” y que “no aceptamos como defensa legítima esos movimientos insurreccionales, denominados huelgas”.8
Para fin de siglo, las grandes ganancias del periódico le permitieron comprar un terreno a pocos metros de la Casa Rosada, en pleno centro político de la ciudad, y mandar a construir un edificio palaciego, como símbolo de su poder. El imponente Edificio La Prensa, con frente enAvenida de Mayo 575 y el lujoso Palacio Paz, comenzado a construir contemporáneamente como residencia de su dueño, señalaban con contundencia el poder de La Prensa y la familia Paz.
El edificio fue diseñado en Francia y realizado en Buenos Aires por los ingenieros Gainza y Agote, graduados de la Escuela de Bellas Artes de París. Poseía los mayores adelantos científicos y tecnológicos únicos de finales del siglo XIX: ascensor, telégrafo y cañerías doradas a través de las cuales se distribuía la correspondencia. En el primer piso, el diario tenía su propia oficina de correos.
El edificio fue preparado para brindar distintos servicios a la población, como una magnífica biblioteca que llegó a superar los 80.000 volúmenes. El edificio contaba también con consultorios médicos, estudio jurídico, escuela de música y departamentos para visitantes ilustres. Allí se alojaron el músico Giácomo Puccini y el político Georges Clemenceau, en sus visitas a Buenos Aires.
El símbolo más representativo del edificio de La Prensa fue su farola, representada por la figura de la diosa de la sabiduría Atenea, que representa la libertad de expresión, con una antorcha en una mano y un escrito en la otra mano. La escultura, de aproximadamente cuatro toneladas de peso, fue diseñada y construida por el escultor Maurice Bouval. El segundo símbolo representativo del diario La Prensa fue su sirena, que se hizo famosa por sonar para anunciar ante los acontecimientos más importantes. La sirena, que fue anterior a la radio, fue uno de los pocos medios de comunicación a través de los cuales se difundieron inmediatamente en la ciudad de Buenos Aires las noticias más importantes nacionales e internacionales. La primera vez que sonó fue el 27 de julio de 1900, cuando se produjo el asesinato del rey Humberto I de Italia.
Casi simultáneamente con la inauguración del edificio nuevo, José C. Paz designó como director del diario a su hijo, Ezequiel Pedro Paz. Ezequiel haría que el periódico fuera por lejos el más importante del país, dejando muy atrás a La Nación, contando con corresponsales en todo el territorio argentino, además de los demás países de Sudamérica, Estados Unidos y Europa.
Ya en el siglo XX, a medida que se formaban partidos políticos democráticos, como la Unión Cívica Radical (UCR) y el Partido Socialista (PS), y que aparecían un clase media y una clase trabajadora que comenzaban a reclamar activamente la expansión de sus derechos, La Prensa adopta una postura "aristocrática", crítica de las nuevas manifestaciones populares que expresaban los partidos y movimientos opositores.
En 1905, una editorial del diario expone su cuestionamientos a los nuevos reclamos y adopta una postura de defensa de las relaciones semi feudales que regían en las estancias, ante el reclamo de modernización de las relaciones laborales:
INTEGRANTES:LEONELDOVIS,ROCIO F.